La meditación es uno de los pilares básicos para sentirse en calma con uno mismo. Te ayudará a superar momentos difíciles y sobre todo estados nerviosos en los que no sepas qué hacer. Es un buen método, también para controlar la ansiedad, por lo que será tu recurso para cuando sientas que hay algo que se está descontrolando en tu vida.
Y llegados a este punto, te preguntarás: ¿Cómo meditar? Es muy fácil. Intenta sentarte en un lugar tranquilo, preferentemente donde haya naturaleza y haya agua siempre en movimiento, como en fuentes corrientes, el mar o un río. Las cascadas también son una fuente potencial de energía.
Tras sentarte en una posición que favorezca el que te sientas cómodo/a, procura cerrar los ojos e ir creando una eliminación progresiva de todos los pensamientos que te perturben. Puedes ayudarte de un hilo musical, como una música zen o un mantra, así como de figuras como los mandalas o el humo del incienso. Céntrate en ello y deja que tu mente se relaje poco a poco, con la práctica podrás ausentarte de los pensamientos por varios minutos, haciéndote más fuerte.
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