Las plantas son siempre nuestras aliadas a la hora de tratar con heridas. Uno de los mejores remedios, cuando te haces un corte superficial o una herida y no tienes un remedio cerca, es colocar un poco de ajo cortadito encima y frotar alrededor. Muchas personas también lo mezclan con vino tinto y aplican la mezcla como una cataplasma.
El ajo es antibiótico y junto al vino tinto, ayuda a regenerar la piel con mayor rapidez. El vinagre blanco mezclado con agua es también un remedio totalmente efectivo para tratar las heridas que están intentando cicatrizar.
La cebolla, es por otra parte, otra manera de hacer que tu piel construya una cicatriz antes. El aloe vera recién cortado es calmante y por lo tanto te ayudará a crear una piel mucho más sana y con menos irritaciones. Suavizará tu piel además y lograrás que se vea mucho más tersa, olvidándote de las marcas de las cicatrices.
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